Mahārāja Yudhiṣṭhira dijo: Oh, Madhusūdana!. Oh, destructor del demonio Madhu!, por favor se misericordioso conmigo y describe a mi el Ekādaśī que ocurrió durante la quincena del mes de Śravaṇa (Julio - Agosto).
El Supremo Señor Śrī Kṛṣṇa respondió: Si, Oh, rey!, yo voy feliz-mente a narrarte sus glorias a ti y con solo escuchar acerca de este sagrado Ekādaśī uno obtiene el mérito de ejecutar un aśvamedha yajña.
Al amanecer de Dvāpara-yuga allí vivía un rey de nombre Mahijita quien gobernó el reino de Māhiṣmatī Puri. Porque él no tenía hijo, su reino entero le parecía totalmente triste a él.
Un hombre casado que no tenía hijos no conseguía felicidad en esta vida ni en la próxima. Por un largo tiempo este rey trató muy fuerte de obtener un heredero pero no le fue posible Viendo sus años pasar el Rey Mahijita se volvió intensamente ansioso. Un día le dijo en una asamblea de sus consejeros: Yo no he cometido ningún pecado en esta vida. Yo nunca he usurpado las ofrendas de los semidioses o brāhmaṇas.
Cuando yo ejecute guerras y conquiste reinos yo seguí las reglas y regulaciones del arte militar y yo he protegido a mis súbditos como si ellos fueran mis propios hijos. Yo castigué hasta mis propios parientes si ellos rompían la ley y si mis enemigos eran gentiles y religiosos yo les daba la bienvenida. Oh, almas nacidas por segunda vez!, si yo soy un religioso y seguidor fiel de las normas Vedicas aún mi casa esta sin ningún hijo. Bondadosamente dime la razón de esto.
Escuchando esto los consejeros brāhmaṇas del rey discutieron el tema entre ellos mismos y son los variados āśramas de los diferentes sabios. Ellos fueron a un sabio que era austero, puro y auto satisfecho y quien estaba estrictamente observando un voto de ayuno. Sus sentidos estaban completamente bajo control, había con-quistado su ira y el era experto en ejecutar su deber ocupacional. El gran sabio era experto en todas las conclusiones de los Vedas y él había extendido su espacio de vida al Señor Brahmā mismo.
Su nombre era Lamasa Ṛṣi y él conocía el pasado, el presente y el futuro. Después de cada Kalpa un pelo de su cuerpo se desprendía.
Todos los consejeros Brāhmaṇas del rey se le acercaron muy felices uno por uno después de ofrecerle sus respectivas reverencias. Cautivados por esta gran alma los consejeros del rey Mahijita ofrecieron reverencias ante él y le dijeron con mucho respeto: Solo por nuestra gran fortuna, Oh, sabio!, nosotros hemos sido permitidos de verte.
Lamasa Ṛṣi les dijo: Por qué ustedes han venido aquí? Por qué ustedes me están orando? Yo podría hacer todo para ayudarles, Yo puedo resolver sus problemas, pero los sabios solo tenían un interés: ayudar a otros. De esto no hay ninguna duda.
Los representantes del rey dijeron: nosotros hemos venido a ti, Oh, exaltado sabio!, para preguntarte por la ayuda en resolver un serio problema. Oh, sabio!, tú eres como el Señor Brahmā no hay mejor sabio en este mundo que usted. Nuestro Rey Mahijita esta sin hijo y él nos ha sostenido y nos protege como si nosotros fuéramos sus hijos. Nosotros viéndole así infeliz, nosotros lo hemos visto muy triste.
Oh, sabio!, de esa forma nosotros hemos entrado al bosque a ejecutar severas austeridades. Por nuestra buena fortuna nosotros nos hemos encontrado. Cada deseo de nosotros y actividades se vuelven satisfechas por su darśana: De esa forma nosotros humildemente le preguntamos como el rey puede obtener un hijo.
Escuchando estas sinceras palabras Lamasa Ṛṣi se absorbió en profunda meditación por un momento y una vez entendido la vida previa del rey. Entonces él dijo: Tu gobernador era un mercante en su vida pasada y sintiendo su riqueza insuficiente El cometió semillas pecaminosas. El viajó por muchos pueblos para comerciar sus mercancías. Una vez al medio día después del Ekādaśī que duró durante la quincena del mes de Jyeṣṭhā él se volvió triste viajando de un lugar a otro. El fue al estanque cerca de los árboles de un pueblo, pero justo como él estaba cerca de tomar en el estanque una vaca llegó allí con su recién nacido ternero.
Estas dos criaturas estaban también muy sedientas por el calor pero cuando la vaca y su ternero empezaron a tomar, el mercante rudamente les empujó al lado y egoístamente apagó su propia sed.
Esta ofensa contra una vaca y su ternero ha resultado en su rey estar sin un hijo ahora. Pero las semillas buenas que el ejecutó en su vida previa le ha dado ser gobernador a un tranquilo reino.
Escuchando esto los consejeros del rey replicaron: Oh, renombrado Ṛṣi!, nosotros hemos escuchado que los Vedas dicen que uno puede anular los efectos de los pasados pecados de alguien por adquirir mérito. Se así misericordioso para darnos alguna instrucción para que los pecados del rey puedan ser destruidos por favor dale tu misericordia para que el príncipe pueda tomar nacimiento en su familia.
Lamasa Ṛṣi dijo: Hay un Ekādaśī llamado Pāvitropāṇi Ekādaśī que comienza durante la quincena del mes de Śrāvaṇa En este día todos ustedes incluyendo su rey deberían ayunar y permanecer despiertos toda la noche estrictamente siguiendo las reglas y regulaciones. Entonces ustedes podrían dar al Rey cualquier mérito que ustedes ganen por este ayuno. Si ustedes siguen estas instrucciones mías, él podría seguramente ser bendecido con un buen hijo.
Todos los consejeros complacidos de escuchar estas palabras de Lamasa Ṛṣi y ellos todos le ofrecieron sus grandes reverencias al escuchar estas palabras. Entonces sus ojos brillaron con felicidad ellos retornaron felices a su hogar. Cuando el mes de Śrāvaṇa llego los consejeros del rey recordaron el aviso de Lamasa Ṛṣi y bajo su dirección todos las ciudades de Māhiṣmatī - Puri como también el rey ayunaron en Ekādaśī. Y el próximo día Dvādaśī, los ciudadanos ofrecieron sus méritos a él. Por la fuerza de todo este mérito la reina se volvió en cinta y finalmente dio nacimiento a un hermoso hijo.
Oh, Yudhiṣṭhira!, Señor Kṛṣṇa concluyó: El Ekādaśī que comienza durante la quincena del mes de Śrāvaṇa de ese modo se vuelve famoso como Putrada (concededor de un hijo).
Quienquiera que desea felicidad en este mundo y en el próximo podría ciertamente ayunar de todos los granos y legumbres en este santo día. De esa forma quienquiera que simplemente escucha las glorias de Pāvitropāṇi Ekādaśīse se vuelve completamente libre de todos los pecados y/o es bendecido con un buen hijo y seguramente ascienden al cielo después de la muerte.
De ese modo termina la narración de las glorias de Pāvitropāṇi Ekādaśī del Bhaviṣya Uttarā Purāṇa.
NOTAS
1.- La palabra sánscrita para hijo es putra. Pu es el nombre de un particular infierno y tra significa "para liberar" De esa forma cada hombre casado podría tener un hijo y traerlo apropiadamente entonces el padre podría ser liberado de una condición de vida infernal. Pero este mandato no se aplica a los devotos serios del Señor Viṣṇu or Kṛṣṇa ya que el Señor se convierte en su hijo o padre y madre.
De esa manera Cāṇakya Paṇḍita dice:
"La verdad es mi madre, el conocimiento es mi padre, mi deber ocupacional es mi hermano, la amistad es mi amigo, la tranquilidad es mi esposa y la bondad es mi hijo".
Estos son los 6 miembros familiares.
Entre las 26 cualidades de un devoto del Señor la bondad es la mejor. De esta forma devotos podrían hacer un esfuerzo extra para desarrollar esta cualidad. Aquí Cāṇakya Paṇḍita dice:
"La Bondad es mi hijo y de esa forma el devoto del Señor para desarrollar una senda de liberación podría observar Pāvitropāṇi o Putrada Ekādaśī y rezar para obtener esta clase de hijo".
2.- Una Kalpa o 12 horas del Señor Brahmā equivale a 4'320.000.000 años.
3.- Lamasa Ṛṣi tenía todas las buenas cualidades porque el era un devoto del Señor como se dice en el Śrīmad Bhāgavatam.
En alguien que ha ejecutado servicio devocional a Kṛṣṇa, todas buenas cualidades de Kṛṣṇa y los semidioses se manifiestan. Sin embargo el que no tiene devoción a la Suprema Personalidad de Dios no tiene buenas cualidades, porque él es encargado en la existencia material que es la potencia externa del Señor.
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